Venimos diciendo que Clooney es mucho más que un buen actor (este año se daba por hecho que volvería a ganar el Oscar por su impecable trabajo en Los descendientes, pero al final se lo llevó el francés Jean Dujardin por The Artist). Clooney es también un guionista, director y productor muy inteligente. En este drama político que adapta una obra teatral de Beau Willimon, Clooney y su colaborador Grant Heslov (con quien escribió la notable y muy parecida Buenas noches y buena suerte) se acercan al mundo de la estrategia política electoral norteamericana, contemplada en el crítico momento de un supemartes que decidirá el candidato demócrata a la carrera presidencial. El gobernador Mike Morris (el propio Clooney) aspira a ser presidente. Cuenta…

Contenido para suscriptores

Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.

Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.