Quitarse el uniforme, arrojar los guantes al cubo, darles a los colegas un abrazo de despedida e irse a casa a hacer vida de bloguera gastronómica, o a vender seguros de salud, o a entrenar chicos en la especialidad de campo y pista, es la solución que han encontrado últimamente profesionales de la salud que dejan el trabajo para retomar las riendas de su vida y dejar atrás el creciente agobio y el estrés. Cierto, también dejan a cientos, miles de pacientes, pero ¿acaso no los han dejado at ...
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Un comentario
Muy interesante y real. Gracias