Académica de la Lengua y catedrática de Literatura Española en la Universidad de Barcelona, Carme Riera (Palma de Mallorca, 1948) tiene una amplia obra de narrativa, ensayo y crítica. Las últimas palabras es una novela histórica sobre el archiduque Luis Salvador de Austria (1847-1915), hombre de la más alta nobleza europea. Era sobrino del emperador Francisco José I e hijo de Leopoldo II, Gran Duque de Toscana, y su segunda esposa, María Antonieta de las Dos Sicilias. Fue un hombre rico, mecenas, culto, viajero, cosmopolita, explorador, naturalista y autor de casi sesenta libros de geografía, botánica, arte, arqueología, etc.
Luis Salvador de Austria era también un enamorado de Mallorca, donde vivió muchos años y recibió el afecto del pueblo y los mayores honores. Para algunos, es “el soberano moral de Mallorca”, dice Riera.
La novela describe una personalidad desbordante, un personaje peculiar que aúna los rasgos de un altísimo cortesano del imperio austrohúngaro y los de una especie de hippie de la época. Se mantiene en la periferia de la corte y a la vez –se dice que podía ser un espía a su servicio–trata con toda confianza, y sin pedir audiencia, al mismísimo emperador.
Además, aborda las trágicas muertes de sus primos, herederos de la corona imperial: los príncipes Rodolfo, en Mayerling (1889), y Francisco Fernando, en Sarajevo (1914), cuyo asesinato fue el desencadenante de la Primera Guerra Mundial.
La autora, en la primera parte del relato, cuenta cómo consigue las confesiones que Luis Salvador de Austria hizo poco antes de su fallecimiento, un documento celosamente guardado por alguien desconocido y escrito al dictado por Antonio Vives, el último secretario del archiduque. La segunda parte de la novela contiene las memorias y un conjunto de reflexiones, riquísimas, llenas de fina sensibilidad y elegancia, en las que se mezclan ideas trascendentes e interesantes. Aparecen la religiosidad de Luis Salvador y sus dudas de conciencia, junto con su ambigua práctica cristiana y su sórdida vida bisexual desbordada de amoríos –descritos contenidamente– y de desengaños afectivos que sufre con personas de su séquito: nobles, campesinas que entraron al servicio de su palacio y secretarios que contrató para redactar sus libros.
La novela de Riera ofrece, por tanto, una visión distinta de la más ortodoxa y favorable que otros autores han transmitido de la vida de este personaje.