Muchos de los problemas actuales del mundo de la comunicación tienen un trasfondo ético. El desprecio por los hechos frente a las emociones, propio de la era de la posverdad; la nueva censura políticamente correcta; la creación de falsas noticias con intereses políticos; el descrédito de la objetividad, nos remiten en última instancia a decisiones que tienen que ver con la actitud ética del informador. De ahí la oportunidad de este libro de José Ignacio Bel, que durante más de
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