La lectura de este libro puede suscitar en quien lo lee el antiguo tema: ¿es separable la obra de su autor? Resulta que Onfray acusa a Freud –entre otras cosas: incestuoso, pro- fascista, ávido de dinero, homofóbico…– de haber querido hacer pasar por una ciencia con valor universal lo que no era más que su propia historia personal. El psicoanálisis explicaría sólo los miedos, traumas, complejos, del propio Freud. Era un filósofo, un novelista, un artista, pero no un científico.
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