Deudas y dolores

Mondadori. Barcelona (2007). 728 págs. 24,50 €. Traducción: Jordi Fibla.

TÍTULO ORIGINALLetting Go

GÉNERO

Las editoriales Mondadori, Seix Barral y Alfaguara están editando y recuperando en España todas las obras del escritor norteamericano Philip Roth. Ahora es el turno, por primera vez en castellano, de su primera y más larga novela, publicada en 1961.

Los protagonistas son Gabe, Paul, Libby, mujer de Paul, y Martha, divorciada con dos hijos. En esta primera novela ya están presentes todos los asuntos que interesan al escritor norteamericano: amor y sexualidad, relaciones entre padres e hijos, religión (todos son judíos no practicantes salvo los padres de Paul), entorno universitario y EE.UU.

Es sorprendente apreciar ya en una primera novela la madurez narrativa que se encuentra años después en «Pastoral americana», su novela más famosa. Roth ha ido sin duda ganando en contención, en perfilar más las historias, en concentrar hechos y personajes. Así, «Deudas y dolores» resulta todavía un tanto dispersa, con focos de atención demasiado repartidos y cierta prolijidad.

Pero es el mismo Roth de siempre con sus obsesiones y habilidades, el escritor grave y profundo preocupado por cómo resolver (sin lograrlo) qué hacemos en nuestra vida con Dios y con los demás, sus familiares escenas y clímax de alta intensidad y sus diálogos magníficos.

Todavía no se ha topado con sus célebres personajes devorados por una hipersexualidad, pero aquí ya aparecen algunos con un problema más dañino: un individualismo atroz (tipo «nadie debe nada a nadie») que convierte todo consejo en intromisión y todo interés en condescendencia, haciendo imposible el diálogo y la solidaridad ahogados en susceptibilidad y egoísmo. Esto convierte en un infierno las relaciones, especialmente las familiares, y lleva al pesimismo de pensar que «estamos en el mundo para aguantar».

Gabe se siente culpable de no tener problemas y quiere ayudar de modo compulsivo a los demás. Al final, tras estrellarse en casi todos sus intentos de convivir, comprender y ayudar, sigue sin saber qué hacer consigo mismo, salvo disfrutar y darse la gran vida si se presenta la ocasión. Otros personajes futuros de Roth llevarán tristemente más lejos esta misma conclusión.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.