This Is Us

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PÚBLICOTodos los públicos

ESTRENO27/05/2017

Los niños van a estar bien. Nosotros les hemos mostrado un matrimonio saludable. Esto solo va a ser un pequeño parpadeo en su radar dentro de unos años. Somos sus padres, Bec, pero al fin y al cabo, lo que les ocurra, en lo que se conviertan… eso es algo que nos supera (Jack Pearson, 1.18).

Existe una briosa tendencia –especialmente entre la crítica cultural y las élites intelectuales– que se empeña en denostar la felicidad como elemento dramático. Se establece una falsa dicotomía donde el malditismo y el existencialismo se antojan como más reales, intensos ¡y verdaderos! que la redención y el final feliz. Así, por ceñirnos a un ejemplo canónico del ámbito televisivo, llamaba la atención la casi unánime recepción de la primera temporada de True Detective –un texto con fuerza dramática y estética, sí, pero confuso y esnob– frente a las reservas que cosechó el primer Fargo, una delicia noir, una subversión genérica luminosa y juguetona hasta en su happy end. Salvando las distancias, el aroma contracultural de This Is Us puede haber pesado para que la Academia de la Televisión estadounidense haya preferido catapultar la muy políticamente correcta The Handmaid’s Tale.

Para ser justos hay que admitir que la crítica ha recibido con entusiasmo el drama familiar de la NBC, pero no hasta el punto de poder competir en premios y estrellas con la tétrica distopía de Hulu. Quizá porque This Is Us se opone al aire de los tiempos, de manera sutil, pero efectiva. Lejos la misantropía y el derrotismo. Nada de enjuagues posmodernos ni guiños a la ingeniería social de última hora. Al contrario, los creadores de la serie parecen hacer suyo el diagnóstico de Chesterton sobre la familia: “Todos admitirán que ha sido la célula principal y la unidad central de casi todas las sociedades que han existido hasta ahora”. Y a examinar el haz y el envés de esta estructura tan esencial se aplica This Is Us.

Gente normal

Por eso resultan tan meritorias y refrescantes las andanzas de los Pearson: porque la serie construye su relato desde conflictos cotidianos, sin hurtar la dureza y penalidad de muchos de ellos, pero siempre desde una perspectiva de cariño hacia los personajes, de benevolencia hacia esas criaturas que pelean por lo mismo que todos peleamos. Gente normal, en la que podemos reflejarnos. Y, además, es una serie que, desde el minuto uno, tiene la puerta abierta al perdón, la redención, las segundas oportunidades y los abrazos postreros. Y eso, eso es lo que caracteriza a una familia feliz: la que, a pesar de las adversidades, siempre mira junta en la misma dirección. Ese optimismo antropológico que destila This Is Us es clave para su éxito de crítica y público.

Además, la historia de los Pearson –un matrimonio con trillizos– se nos narra en dos tiempos, mezclando el presente y el pasado, de modo que cada capítulo enhebra un juego de espejos, aspirando a que una historia complemente a la otra, iluminando su lectura moral, o redondeando la psicología de tal o cual personaje. Ahí radica una de las pocas pegas que se le pueden poner a la serie en la primera excelente temporada: que la estructura en dos tiempos encorseta algunos episodios. Sin embargo, cuando los dos tiempos del relato paralelo dialogan con brillantez, el resultado es episodios tan emocionalmente arrebatadores como el “Piloto” (1.1.), “Pilgrim Rick” (1.8.), “I Call Marriage” (1.14.) o “Memphis” (1.16.), ese inolvidable nudo en la garganta.

Para lograr ese clic afectivo, la serie se nutre de una banda sonora que extrae belleza de la melancolía y de un grupo de actores capaces de transmitirnos sus cuitas interiores –ora alegres, ora tristes– sin caer en el histrionismo ni la extravagancia. No es casualidad que sus actrices fueran nominadas a los Globos de Oro el pasado enero y que dos de sus actores hayan ganado sendos Emmys en septiembre. En concreto, la espectacular actuación de Sterling K. Brown consolida a una de las estrellas televisivas más relevantes de la actualidad.

La segunda temporada que ahora comienza (NBC en USA, Fox Life en España) tendrá que confirmar la vigencia de este estupendo drama, una narración capaz de abordar con sensibilidad y cuajo temas tan persistentes como el amor para toda la vida, el complejo de culpa, la amistad entre hermanos, la muerte de los seres más queridos o las dificultades de la educación de los hijos. “Eres el amor de mi vida y nuestros hijos son nuestro todo”, le susurra Jack a su mujer. Pocos productos de la cultura popular contemporánea pueden hacer que sus personajes declamen semejantes declaraciones de amor sin caer en la cursilería. This Is Us lo consigue. Por eso, en esta época donde la televisión está atestada de antihéroes y familias disfuncionales, merece tanto la pena. Por eso y porque resulta enormemente entretenida.

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