South Central

Director: Steve Anderson. Intérpretes: Glenn Plummer, Carl Lumbly, Byron Keith Minns.

DIRECCIÓN

GÉNEROS

Son frecuentes los casos como éste en que una sólida dirección tiene detrás un sólido guión -escrito esta vez por el mismo director-, que tiene a su vez detrás un buen libro: Crips (1987), de Donald Bakeer. South Central es un barrio de Los Ángeles. En su escuela pública Bakeer fue largos años maestro. El libro surgió de un conocimiento real y de una preocupación sincera por los jóvenes y adolescentes, y aun niños, que entran en bandas delictivas y casi nunca pueden salir.

Magistralmente interpretada por negros, expone la sobrecogedora historia de uno de estos jóvenes: hijo de un delincuente encarcelado, crece en la calle y él mismo acaba en la cárcel. Allí es informado de que su hijo de diez años trabaja ya en la banda. Ayudado por un amigo musulmán, inicia en la cárcel su reforma interior, que le lleva, conseguida la libertad condicional, a querer cumplir su primer deber: ser un buen padre.

Película fuerte, a veces desgarrada y dura, a veces tierna, con enriquecedora hondura tanto en lo moral y en el natural deseo del bien como en el odio, la ignorancia y el mal. Despliega su andadura e indica un camino no de moralina, sino abierto y esperanzado en su tragedia humana del vivir.

De excelente cabe calificar la fotografía y el estudio del color, acorde con la piel de los personajes, casi su retrato abstracto. Y la música, con numerosas canciones que son, en parte, también trasunto de este vivir marginal. La dirección y el guión de Steve Anderson han hecho revivir muy bien las dos conclusiones básicas del escritor Donald Bakeer: la necesidad de la familia, y la de erradicar la ignorancia.

Pedro Antonio Urbina

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