La increíble pero cierta historia de Caperucita Roja

TÍTULO ORIGINAL Hoodwinke

GÉNEROS

Directores y guionistas: Cory Edwards, Todd Edwards,Tony Leech. Voces: Anne Hathaway, Glenn Close, Patrick Warburton, Jim Belushi, Chazz Palminteri. 80 min. Todos.

Los orígenes de esta cómica revisión del cuento de Caperucita están llenos de detalles jugosos: una veterana del mundo de la animación, Sue Bea Montgomery, se une al empresario-inventor (por lo visto en América hay quien se gana la vida inventando) Maurice Kanbar, para fundar Kanbar Animation Studio, una compañía de animación que tiene como objetivo responder a la demanda de productos familiares de buena calidad creativa y técnica y no tan caros (la película que nos ocupa ha costado 15 millones y lleva ganados 84).

Tanto a Montgomery como a Kanbar les encantan los cuentos y disfrutan pensando en cómo desmontarlos para leerlos de una manera diferente. Deciden empezar por destripar uno de los cuentos más sabidos y, por lo tanto, más versionados: Caperucita Roja.

Cuando Kanbar contrata a Cory Edwards -y a su hermano y a un amigo- para dirigir este proyecto, que es su primera película, le da un mandamiento creativo: «No aburrirás»… Edwards confiesa que se tomaron este mandamiento demasiado en serio.

Son estos orígenes los causantes del resultado visible en la pantalla. Esta versión de Caperucita quizás no tenga el nivel técnico de las producciones de Pixar o Dreamworks, y desde luego no tiene el trabajo de guión de algunas películas de Lasseter, ni siquiera la originalidad del primer «Shreck»; pero tiene frescura, un afán indisimulado de divertir y una apuesta firme de ser un producto familiar apartándose, no sólo de la vulgaridad, sino de las dobles o triples lecturas. Hay, sin embargo, ingeniosas referencias -especialmente cinéfilas- que conectan rápidamente con el público adulto.

La película está construida como si de un «thriller» judicial se tratara, con un tratamiento del tiempo fragmentado que se apoya en unos «flashbacks» que, para quien no haya visto «Rashomon» -la película en que se fijaron los realizadores-, es un calco de lo que hizo Yimou en «Hero». La banda sonora es ajustadísima y, frente a alguna canción un poco cursi -la de Caperucita adolescente en el río con la luna al fondo es casi insufrible-, hay otras -como la de la cabra multicuernos- divertidísimas, al igual que el conjunto de la película.

Ana Sánchez de la Nieta

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