Una vez más, y son ya innumerables, la veterana Meryl Streep demuestra que es carne de cine, capaz de dar vida a los más diferentes personajes. En este caso, además, la actriz se presta a un triple salto mortal: interpretando –en varios momentos de su vida– a una persona viva y archiconocida. El más difícil todavía. La verdad es que con semejantes actriz y personaje –al margen de cuestiones políticas, la vida de la Margaret Thatcher da para escribir un puñado de guiones– parece sencillo hacer una película magnífica, pero La Dama de Hierro no lo es. Phyllida Lloyd (Mamma mia!) dirige una cinta que se ve con indudable int ...

Contenido para suscriptores

Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.

Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.