El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong hizo historia al convertirse en el primer hombre en pisar la Luna, como parte de la misión Apolo 11. En 2018, para conmemorar el 50 aniversario de este logro, Damien Chazelle estrenó First Man (El primer hombre), un biopic que retrata la vida de Armstrong entre 1961 y 1969.
Ahora, el director Greg Berlanti, conocido por sus comedias ligeras, y la novel guionista Rose Gilgory, hija de la actriz Rene Russo, abordan nuevamente el primer viaje tripulado a la Luna en Fly Me to the Moon. Esta película cubre el mismo período de tiempo, desde el famoso discurso de John F. Kennedy el 25 de mayo de 1961 (“Estados Unidos debería fijarse el objetivo de llevar un hombre a la Luna y devolverlo sano y salvo a la Tierra antes del final de esta década”) hasta el histórico alunizaje.
A diferencia de Chazelle, Berlanti y Gilgory eligen narrar la historia desde la perspectiva del director técnico Cole Davis y Kelly Jones, una joven experta en marketing, centrándose en su más que predecible romance.
El cuidado diseño de producción, que refleja el alto presupuesto de la película, se une a las imágenes de archivo incluidas al inicio, aportando cierta autenticidad. Sin embargo, ésta se ve algo empañada por diálogos y situaciones que resultan un tanto artificiales.
Pese a esto, Scarlett Johansson y Channing Tatum demuestran una buena química en pantalla. No obstante, en cuanto a interpretaciones, destaca sobre todo Woody Harrelson en un papel que podría haber resultado una mera parodia, pero que él salva con su buena actuación. Fly Me to the Moon es una película entretenida, para un público amplio.