Everything is Illuminated (Todo está iluminado)

TÍTULO ORIGINAL Everything is Illuminated

DIRECCIÓN

GÉNEROS

Director: Liev Schreiber. Guión: Liev Schreiber, sobre la novela de Jonathan Safran Foer. Intérpretes: Eugene Hutz, Boris Leskin, Elijah Wood, Jana Hrabetova, Stephen Samudovsky. 106 min. Adultos. (VSD)

«Everything is Illuminated», a pesar de las fotos, del cartel, del reparto, y de algunas explicaciones realizadas apresuradamente, no es una comedia. Es un viaje a lo más profundo de un horrible pasado colectivo que se recorre como se atraviesa un campo minado, entre sorpresas, admiración y espanto. El pretexto es el viaje que desea emprender un excéntrico joven judío estadounidense, llamado «el coleccionista» por su afición a coleccionar y clasificar en bolsitas de plástico objetos variados que pertenecieron a sus familiares, por descubrir quién fue la mujer que salvó la vida a su abuelo durante la II Guerra Mundial, en su Ucrania natal. La aventura comenzará como un disparate, bajo la guía de dos excéntricos ucranianos, pero cambiará de cariz a medida que se alejan de las tristes carreteruchas de la ex Unión Soviética y se adentran, campo a través, en los recuerdos colectivos.

La primera película que escribe y dirige el brillante y polifacético actor Liev Schreiber recuerda que tiene vocación de Orson Welles, a quien encarnó en un premiado telefilm titulado «RKO 281». «Everything is Illuminated» es una impresionante obra barroca, con gran fuerza visual, pero es también una obra excesivamente culta y excesivamente ligada a la novela que la inspira, es decir, al público al que está destinada. La factura es impecable; Liev Schreiber domina el lenguaje visual y derrocha talento a la hora de componer cada secuencia; los diálogos son deliciosos en inglés, pues abusa de los juegos de palabras, que se pierden por completo en la traducción.

En cuanto al mensaje, volvemos al recuerdo del Holocausto, del antisemitismo, de la necesidad de no olvidar y, a medida que la narración avanza, uno se pregunta si Schreiber sólo piensa en judíos norteamericanos de origen europeo. Una notable «opera prima» que puede acabar siendo obra de «culto» pero hay que ver más de una vez para ser apreciada en su justa medida.

Fernando Gil-Delgado

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