Un argumento deportivo vuelve a ser el telón de fondo de una historia de crecimiento y maduración personales. En este caso, con el añadido de una trama de inmigración en la que las ancestrales tradiciones chinas entran en conflicto con los sueños del protagonista de hacer su propio camino. Una madre fría y controladora, un padre inmaduro e impulsivo, y una novia afroamericana que esconde un secreto, son el marco humano en el que nuestro protagonista, un joven chino jugador de baloncesto, tendrá que descubrir su propio lugar.
A pesar de su aire convencional y comercial, que recordaría el estilo Disney si no fuera por su lenguaje malsonante y a veces sexualmente explícito, el guion está bien armado, las interpretaciones se sostienen bien, y los temas que toca son interesantes. Una película de entretenimiento con valores positivos.
Como curiosidad: el antagonista está interpretado por Pop Smoke, famoso rapero norteamericano asesinado en 2020 en Brooklyn, al que está dedicada esta cinta que nunca llegó a ver estrenada. Las canciones del film son suyas.