Directores: Karl Zwicky y Robbert Smit. Guión: Harry Cripps, Greg Haddrick y Simon Hopkinson. 76 min. Todos.
Bunyip es un joven koala que parte en busca de sus padres, misteriosamente desaparecidos cuando él era un bebé. Le acompañarán en sus aventuras un viejo marinero, un pingüino amaestrado y un singular pudding mágico, hosco y huidizo, que adquiere cualquier sabor, gusta de ser comido y se regenera constantemente. Esta extraña compañía se enfrentará a unos torpes ladrones de puddings, que sirven al cruel y voraz Buncle. Este es una especie de asqueroso perro gigante que dirige tiránicamente un oscuro imperio subterráneo.
La novela El pudding mágico -escrita hace casi un siglo por el australiano Norman Lindsay- es un clásico infantil en el mundo anglosajón. En cualquier caso, esta adaptación en dibujos animados nunca pasa de correcta y, desde luego, está a años-luz de las recientes películas de animación de las grandes productoras de Hollywood. El guión es imaginativo, pero resulta muy irregular. Además, la animación limitada resulta pobre de fondos y torpe de movimientos. Finalmente, casi ningún personaje resulta entrañable y emotivo, aunque el koala Bunyip apunta maneras. El propio pudding Albert padece dos lastres como personaje: que es un cascarrabias inaguantable y que muchos niños no tienen ni idea de lo que es un pudding. Si hubiera sido un pastel…
Jerónimo José Martín
