Capturing the Friedmans

Guión: Andrew Jarecki. Música: Andrea Morricone. Montaje: Richard Hankin. Fotografía: Adolfo Doring. Documental. 107 min. Adultos.

DIRECCIÓN

GÉNEROS

Nueva York, 1987. Los Friedman, una acomodada familia judía, se desmorona cuando el padre (Arnold) y el hijo menor (Jesse) son condenados por diversos abusos sexuales a menores. Arnold se suicidó en la cárcel y Jesse pasó en ella 13 años. Otro hermano, David, cedió a Andrew Jarecki numerosos vídeos caseros, desde los años 60 hasta después de la condena. Con ese material y entrevistas a acusados, víctimas, policías, abogados y periodistas, Jarecki ofrece un testimonio muy inquietante.

Candidato al Oscar y ganador de varios premios, este primer documental de Jarecki cuenta con un guión y un montaje agilísimos y magníficamente impulsados por la música de Andrea Morricone, hija de Ennio. Capta así la atención y deja al espectador desmadejado y perplejo, tanto que uno acaba dudando de la imparcialidad del filme. Jarecki deja hablar a unos y a otros, y parece no tomar partido. Pero va derivando hacia una posición demasiado crítica con el sistema USA y moralmente poco nítida, sobre todo en el tratamiento de la homosexualidad secreta de Arnold Friedman y manifiesta de su hermano.

Todo lo dicho no rebaja la calidad formal de la película, pero hace dudar de su utilidad testimonial respecto a temas como la pedofilia, la pederastia, las familias disfuncionales o las actuaciones policiales y judiciales. Por otra parte, su certera crítica a la irresponsabilidad periodística en esos ámbitos se devalúa por el uso que hace Jarecki de la intimidad de los Friedman, desvelada sin ningún pudor.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.