Antón es un veterinario acostumbrado a trabajar mucho y cobrar poco. Ante su insostenible situación económica tendrá que irse con su sobrina Uxia a Kawanda, una tienda-boutique para mascotas.
Víctor García León ha dado con la tecla en esta serie que se ha convertido inmediatamente en número uno en Netflix España. Hasta ahora había trabajado como director y guionista de una gran serie, en la trilogía iniciada por Vota Juan, y en bastantes títulos fallidos: Los Reyes Magos: La verdad, El vecino, Derecho a soñar… En esta nueva producción cuenta con Luis Zahera (As bestas, La unidad), un actor gallego de talento indiscutible pero bastante encasillado en los últimos años en personajes bastante extremos. Zahera diseña un personaje de aspecto desaliñado, carácter irascible y corazón de oro. Gracias a la relación antagónica con su sobrina (excelente una vez más Lucía Caraballo, en un personaje que recuerda al de No me gusta conducir), la serie tiene diálogos sensacionales que reflejan dos maneras de vivir muy diferentes.
Aunque el guion es a veces reiterativo, la historia tiene giros y tramas secundarias que no solo funcionan, sino que ofrecen al espectador un punto de vista crítico ante planteamientos superficiales muy de moda. La serie adquiere profundidad al reflejar la soledad de una sociedad que humaniza a los animales y desatiende a los humanos, con algunos comportamientos que pueden resultar exagerados (es una parodia, evidentemente), pero que tienen más verosimilitud de la que puede parecer.
La gran ventaja es que esta acidez no resulta ofensiva, sino que acaba mostrando un panorama dramático que deja buen sabor de boca gracias a los contrapuntos. Así, la serie termina siendo un agradable y dinámico entretenimiento dotado de ingenio, elegancia y ternura.
