Interesante drama sentimental que adapta la novela Angie, I Says, de Avra Wing. Narra las desventuras de Angie (Geena Davis), una chica italiana de Brooklyn, soñadora y rebelde. Convive con Vinnie (James Gandolfini), un fontanero brutote pero noble que la quiere sinceramente. Un día, Angie descubre que está embarazada y lo dice a Vinnie. Éste se ilusiona con la perspectiva de casarse y criar al hijo.
Entonces se le plantea a Angie un difícil dilema: ella quiere tener el niño, pero en realidad no ama a Vinnie; su relación con él ha sido como un juego. Además, se ha enamorado de Noel (Stephen Rea), un abogado sensible e inteligente que parece corresponderla. A todo esto, las tensas relaciones con su padre y con su madrastra despiertan en Angie el trauma infantil que sufrió cuando su madre abandonó el hogar en extrañas circunstancias.
La película cuenta con una intensa y cuidada puesta en escena de Martha Coolidge (Prohibido querer), que vuelve a demostrar sus dotes para el melodrama. También son muy buenas las interpretaciones, que de paso ponen de manifiesto el magnífico trabajo del guionista Todd Graff en lo que se refiere a la definición de personajes.
Para rebajar los excesos lacrimógenos, se describe la inmadurez de Angie de un modo descarnado, que no ahorra diálogos soeces ni un par de escenas eróticas. Sin embargo, esta amoralidad se mitiga en parte por la mirada comprensiva con que se retratan las conductas de los personajes. En este punto, se elogia veladamente su superficial pero sincera visión católica de la vida. En ella se fundamenta el enfoque optimista de la maternidad, el amor, la amistad y la familia que acaba dominando el film.
Jerónimo José Martín