Wang, un obrero chino que ha emigrado a Singapur, trabaja en una obra de ingeniería que gana terreno al mar. Un día sufre un accidente laboral y cree que será repatriado por ello. La preocupación y las condiciones insalubres en las que vive le quitan el sueño, y emplea el tiempo nocturno en un cibercafé.
Mejor película en el Festival Internacional de Locarno, pero de difícil acceso para el público general. Mostrar las terribles condiciones de vida de los trabajadores asiáticos en una de las ciudades más capitalistas y desarrolladas del mundo, es una empresa loable, pero la cinta no termina de acertar en la forma de hacerlo. La pretensión documental encaja regular con el conato de un thriller que no termina de entenderse, y con un estilo fotográfico artístico que acentúa más la confusión.