Política

Ante determinadas carencias, más que un Estado pródigo en subsidios, las sociedades prósperas necesitan relaciones humanas.
La teoría social y política conocida como “comunitarismo” vuelve al debate público por la vía de los hechos.
El célebre pensador coreano narra su reencuentro con Dios mediante el cultivo de un jardín.
En los últimos meses se han publicado numerosas biografías sobre el pensador alemán. La de Safranski, que se reedita ahora con algún añadido, aclara su influencia en la filosofía contemporánea.
En un “college” neoyorquino, donde “los estudiantes gravitan mayormente hacia la izquierda”, se deja hablar a profesores e invitados conservadores.
Partiendo de fenómenos actuales, el autor expone la tragedia posmoderna: la imposibilidad de tomarse la realidad a la ligera, sin que nos deje huella o nos limite.
Del avance de los ecologistas en las elecciones europeas emergen interpretaciones distintas.
Una madre responde a un político gay de EE.UU. que hoy las familias más necesitadas de tolerancia son las que protestan por el adoctrinamiento sexual en la escuela.
La posverdad no es tanto la negación de los hechos cuanto amoldarlos a las emociones y la ideología.
Para neutralizar las consecuencias de la manipulación y la distorsión ideológica, es importante rechazar el relativismo.
Hay que preguntarse por qué se consolida el populismo, y diferenciar las amenazas reales a la democracia liberal de los desacuerdos sobre políticas y valores.
Cuando la corrección social llega a hacerse cultura, resulta más difícil librarse de las opiniones y los modos de vida dominantes.
Gabriel profundiza sobre la naturaleza del pensamiento en una obra sugerente que muestra las debilidades del constructivismo y de la inteligencia artificial.
En la larga carrera presidencial para 2020, la izquierda se debate entre seguir con la línea oficial del Partido Demócrata o dar un giro populista.
A semejanza de los animales amaestrados que, al ser puestos en libertad, no se adaptan a ella, algunas personas que han vivido bajo dictaduras comunistas manifiestan nostalgia del sistema.
Las próximas elecciones al Parlamento Europeo se plantean como una batalla para contener a los populistas, que atacan armados de “fake news”. Pero los problemas de la UE son más profundos y tienen raíces culturales.
De las distintas maneras posibles de combatir la desinformación, una ley es quizá la peor.
Xi y Putin promueven la idea de un ámbito euroasiático de integración económica donde Occidente no tiene la hegemonía ni difunde la democracia.
La salud de la democracia depende de que las voces discordantes puedan manifestarse sin ser acalladas por la turbamulta.

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