·

Tobias Segal
John Wick (Keanu Reeves) regresa a la acción, solo que esta vez con una recompensa de 14 millones de dólares sobre su cabeza y con un ejército de mercenarios intentando darle caza. Tras asesinar a uno de los miembros del gremio de asesinos al que pertenecía, Wick es expulsado de la organización, pasando a convertirse en el centro de atención de multitud de asesinos a sueldo que esperan detrás de cada esquina para tratar de deshacerse de él.
Shyamalan recupera algo de fuelle con su personal franquicia de superhéroes, pero sin llegar a la altura de los éxitos de antaño.
En torno a un bar en los bajos fondos de Nueva York, donde se blanquea dinero de gánsteres, se mueven unos personajes que se van deslizando por la pendiente resbaladiza del crimen.
La tercera entrega de la saga aporta poco, con un argumento pensado para iniciados, pero al menos no es grosera.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.