Rutger Hauer

Audiard entra en la lista corta de grandes “westerns” contemporáneos con una película de muy bella factura, dura pero honesta.
El polaco Majewski aprovecha un cuadro de Brueghel para ofrecer una reflexión metafísica –conseguida– e histórica –menos lograda–.
Una película interesante con buen guión, que se acerca al difícil tema del exorcismo de una forma inteligente.
Quinta entrega de la saga, con el mejor actor protagonista.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.