Una trama sobre política internacional tan entretenida como astuta, con un “casting” excelente pero encadenado a la superficialidad afectiva de sus personajes.
Cómo el matemático Alan Turing descifró las comunicaciones alemanas en la II Guerra Mundial: una historia bien contada, sin perderse en caminos secundarios.
Un 007 más viejo y nostalgia por los espías de otros tiempos dan un poco de profundidad a la acción típica de la serie, muy espectacular y muy bien rodada esta vez.