Liza J. Bennett

Un poderoso arranque bélico, la creciente tensión dramática y el buen hacer de los actores consiguen que olvidemos un guion irregular.
A pesar de un guion flojo, Morgan Freeman y Diane Keaton se bastan para ofrecer un espectáculo digno.
La película ganadora del Oscar 2014 es un retrato áspero y brutal de la esclavitud y el racismo que logra lo que pretende: para perdonar hay que conocer.

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