Paul Thomas Anderson

Paul Thomas Anderson rememora su adolescencia californiana con humor y un discurso cinematográfico brillante.
Destila clasicismo y elegancia este relato de la relación, romántica pero perturbadora, entre un modisto genial y su musa, con unas interpretaciones magistrales.
Un eficaz arranque se resuelve luego en un larguísimo exceso de sordidez con un desarrollo confuso del argumento.
En torno a un adicto al sexo y al alcohol que es atraído a una secta, se teje un opresivo relato que quiere ofrecer una reflexión sobre líderes seudorreligiosos.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.