Sus destellos de belleza y emoción justifican este audaz experimento de Robert Zemeckis, cuyas leves tramas dramáticas se entrecruzan dentro y alrededor de un único encuadre fijo.
Más de dos décadas después de “Gladiator”, Ridley Scott vuelve con esta nueva entrega, en la que consigue no repetirse y, en algunos aspectos, superarse.
El inglés Michael Winterbotton recrea con vigor y critica duramente la actuación de Gran Bretaña en Palestina previa a la creación del Estado de Israel.
A pesar del tono hagiográfico, resulta un interesante “biopic” sobre el presidente de los Estados Unidos que contribuyó a la caída de la Unión Soviética.