La nueva entrega del oso amante de la mermelada no brilla tanto como sus predecesoras, pero sigue siendo un viaje amable y entretenido, especialmente para los más pequeños.
A pesar del esfuerzo de Netflix por producir una gran película de animación, no pasa de correctamente entretenida y acaba siendo una justificación muy simplista del divorcio.
Nuevo comienzo de las aventuras de las Tortugas mutantes, esta vez con una animación al estilo del “spider-verse”, pero con un guion muy lejos de la del arácnido.
Pese a sus discontinuidades narrativas y su excesivo metraje, esta quinta entrega es una vistosa y emotiva culminación de la saga de aventuras quizás más popular de la historia del cine.
Pese a la espectacularidad de los efectos especiales y el diseño de producción, la película adolece de un guion y unas interpretaciones sin la magia de versiones anteriores.
Una de las primeras sorpresas de este año, que, mezclando muy bien humor, fantasía y acción, se convierte en una película de aventuras al más puro estilo clásico.