Apoyar el matrimonio es necesario para la sociedad y no supone intolerancia alguna con las parejas de hecho, escribe Janet Daley (The Daily Telegraph, Londres, 20-I-98).
El próximo 1 de enero entrará en vigor en Holanda una ley de unión civil que equipara a las parejas homosexuales con los matrimonios a efectos fiscales y de herencia, pero no les permite adoptar niños ni recurrir a la fecundación in vitro. Quienes piden que también se admita esto -entre ellos, los miembros de una comisión parlamentaria- y consideran que no basta un mero contrato de convivencia, sostienen que no hay argumentos objetivos para oponerse al matrimonio entre homosexuales. M.J.A. van Mourik, catedrático de derecho de la Universidad Católica de Nimega, ofrece diez (NRC Handelsblad, 19-XI-97).
Desde hace algunos meses, se viene discutiendo en España el posible reconocimiento de derechos a las llamadas parejas de hecho, tanto heterosexuales como homosexuales, así como su equiparación al matrimonio. Rafael Domingo, catedrático de Derecho Romano en la Universidad de Navarra, comentaba algunas incongruencias de la proposición de ley presentada en su día por el grupo parlamentario de Coalición Canaria, en un artículo publicado en Diario de Navarra (20-VIII-97) al que pertenecen estos párrafos.