Landero aborda en este libro una serie de recuerdos memorialísticos que le sirven para explicar sus orígenes como escritor y su relación con la literatura.
En esta novela se aprecia una cansina insistencia en temas y personajes propios de la narrativa de Landero. Las anécdotas son tan exageradas y los personajes tan disparatados, que la historia suena inverosímil.