José Luis Olaizola, un escritor en busca de Dios y de los demás

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El autor, durante la presentación de su libro "Don Pelayo" (09-05-2006). Foto: José Oliva / Europa Press

El 2 de junio de 2025, a la edad de 98 años, falleció el escritor José Luis Olaizola (San Sebastián, 1927), autor de una larga y variada obra que abarca diferentes géneros, desde la novela y los libros infantiles a los reportajes, diarios y libros memorialísticos.

Antes de dedicarse a la escritura trabajó durante quince años como abogado, experiencia que contó literariamente en su primera novela, A nivel de presidencia, que publicó en 1974. A partir de ese momento se dedica por entero a la literatura. Sus primeras obras fueron novelas de gran calidad literaria en las que abordó algunas injusticias sociales con una visión optimista del hombre, una constante de toda su trayectoria literaria.

En 1976 obtuvo el Premio Ateneo de Sevilla con Planicio (otra novela suya, Lolo, quedó finalista). En 1978 aparece La tarde de la víspera. A continuación, en 1980, una excelente obra, El señor del huerto, en la que trata problemas muy actuales con personajes normales y corrientes, que convierten la novela en un personal canto a la convivencia, la amistad y la solidaridad.

Premio Planeta 1983

Entre las obras que publicó a continuación merece destacarse La guerra del general Escobar, con la que consiguió en 1983 el premio Planeta. La novela se ambienta en la Guerra Civil. El narrador y protagonista es el propio general Escobar, que desempeñó importantes destinos en el ejército republicano, al que decidió ser fiel tras el levantamiento armado del 18 de julio de 1936. Poco antes de su fusilamiento en el Castillo de Montjuic, que tuvo lugar el 8 de febrero de 1940, decide escribir sus memorias.

El relato, escrito con un estilo sencillo y nada pretencioso, se lee con agrado porque Olaizola tuvo el acierto de no caer en el maniqueísmo. Escobar es un personaje que no resulta fácil de encasillar, pues al hecho de ser militar republicano sin tacha hay que sumar su condición de católico practicante, que no oculta en ningún momento, arriesgando incluso su vida en un contexto beligerante contra la práctica religiosa. En las páginas finales de la novela, Olaizola explicó sus intenciones literarias: “Este libro no contiene el relato de una guerra, sino la historia de un hombre que vivió una guerra”. Y la vivió en un bando concreto y en unas circunstancias concretas. Aunque inspirada en hechos reales y en testimonios muy próximos a la vida del general Escobar, se trata de una novela, no de unas memorias históricas. La obra ha sido nuevamente reeditada en 2023 en la editorial Biblioteca Online.

Biografías noveladas y literatura infantil-juvenil

Otras novelas de Olaizola son Ciudadana mínima (1985, reeditada en Biblioteca Online) y El valle del silencio (Planeta, 1995), escrita en clave alegórica y con un argumento que entra de lleno en la ciencia-ficción. También ha novelado algunas biografías de personajes históricos, como por ejemplo el Cid (El último héroe), Hernán Cortés (Crónica de un imposible), santa Teresa de Jesús (Los Amores de Teresa de Jesús), Álvar Núñez Cabeza de Vaca (A la conquista de los apaches) o Melchor Rodríguez, apodado “el ángel rojo”, el director general de Prisiones durante los peores meses de la Guerra Civil, que es el protagonista de El anarquista indómito (Libros Libres, 2017).

Olaizola frecuentó con calidad y soltura la literatura infantil y juvenil. En este género hay que destacar la novela Cucho, uno de sus grandes éxitos literarios, con la que consiguió en 1980 el prestigioso premio Barco de Vapor, que concede la editorial SM, y también en 1989 el Grand Prix de l’Academie des lecteurs, que se otorgaba en Francia al mejor libro juvenil del año.

Otras de sus obras en este género son Bibiana y su mundo (Barco de Vapor, 1985), Senén (SM, 1986), ambientada en el mundo del fútbol, y Corre, Benito, corre (Palabra, 2002), una novela juvenil inspirada en el mundo del atletismo.

Producción no literaria: reportajes y memorias

Además de esta trayectoria eminentemente literaria, hay que mencionar también la participación de José Luis Olaizola en otros géneros. Su gran éxito fue La puerta de la esperanza (1991), libro en el que, con la colaboración del psiquiatra Juan Antonio Vallejo-Nágera, se cuentan los últimos meses de vida de este prestigioso médico y sus impresiones sobre la muerte y la vida. De esta obra se han vendido más de 600.000 ejemplares.

Se embarcó a continuación en la escritura de crónicas y reportajes, como Viaje al fondo de la esperanza (Rialp, 1992), dedicado a la labor del Opus Dei en muchos países latinoamericanos; y Cuando sale la luna… África danza (Rialp, 1999), en el que recorre con la misma intención una serie de países africanos. En esta misma línea de ofrecer diferentes testimonios van sus libros Guía de curas con encanto (Plaza & Janés, 1996) y Diario de un cura urbano (Planeta, 1998).

Desde mi punto de vista, mención especial merecen los libros autobiográficos y memorialísicos, género para el que el autor estaba tan dotado, con libros muy entretenidos en los que habla de sus amigos, de su mujer Marisa (a la que cita asiduamente en artículos y libros), de sus hijos, de su vida y de la relación con otros artistas, actores y escritores, además de hablar abiertamente de sus creencias religiosas y su visión cristiana de la vida, otra de sus inconfundibles señas de identidad.

Aquí merecen citarse, entre otros muchos, Un escritor en busca de Dios (Planeta, 1993), Más allá de la muerte (Planeta, 1994), Diario de un escritor y retrato de mis amigos famosos (JdeJ Editores, 2005) y Elogio del matrimonio (La Esfera, 2018).

Columnista solidario

José Luis Olaizola ha colaborado asiduamente con artículos y columnas en muchos medios de comunicación; especialmente con Telva (donde escribió durante más de treinta años y donde han recuperado esta entrevista con motivo de su fallecimiento) y Mundo Cristiano. Sus artículos, como sus libros, derrochan humanidad, sentido común, transparencia, agilidad y un estilo desenfadado y coloquial.

En la entrevista de Telva cuenta cómo nació, en 2003, su ONG Somos Uno. Esta institución, que comenzó con la cesión de los derechos de su novela Cucho al tailandés, se dedica a la creación de becas para que las niñas de Tailandia puedan estudiar y aprender un oficio, y así evitar que caigan en redes de prostitución.  La iniciativa se financia con aportaciones de muchas personas, y ya se han beneficiado de ella más de 2.000 niñas.

Olaizola ha sido un escritor prolífico y polifacético, que ha convertido los sucesos de su vida y su relación con los demás y con Dios en instantes plenamente literarios. Su prosa es entretenida, sencilla, transparente, y en sus libros siempre ha mostrado el lado más humano de sus personajes.

Un comentario

  1. En nuestra época de libreros, mi mujer y yo nos hicimos con numerosas obras de José Luis pensando no en nuestros clientes, sino en nosotros. ¡Qué bien que estás ahora junto a tu queridísima esposa!

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