Foto: Just Stop Oil
En los últimos meses, activistas de diversos países han empleado los ataques a obras de arte como señuelo para llamar la atención sobre el cambio climático. Muchos han calificado este tipo de protesta de sinsentido, vandalismo extravagante y contraproducente. Sin embargo, hay indicios que apuntan en otra dirección: puede que este tipo de acción sea eficaz para la causa (que no el causante).
El 30 de junio, dos jóvenes activistas de la organización Just Stop Oil pegaron sus manos al
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.