Sofía acaba de cumplir 10 años y está enamorada del teatro. Esa ilusión por llegar a ser actriz le ayuda a vivir una situación complicada en casa, después de la muerte repentina de su padre, que deja a su madre sola y desbordada de deudas.
Esta breve película se divide en escenas que muestran el paso de un año duro, en el que la salud mental de la madre se va deteriorando, y la casa se va quedando sin muebles, sin calefacción… El director, Ibón Cormenzana, productor de películas españolas de éxito internacional como As Bestas y Robot Dreams con su compañía Arcadia, también es el promotor de Mundo Cero. Esta ONG pretende contar historias con un impacto social positivo, y Cuatro paredes profundiza en uno de los índices más preocupantes de la economía española: el altísimo porcentaje de pobreza y exclusión social en familias monoparentales que dependen de la madre.
La película está protagonizada casi al completo por madre e hija, interpretadas por Manuela Vellés (Caída libre, Memento mori) y Sofia Otero (20.000 especies de abejas), que generan una empatía conmovedora. También aportan matices dramáticos los personajes secundarios interpretados por actores como Roberto Álamo, Elena Irureta y Ramón Barea.
El guion atiende a pequeños detalles simbólicos que muestran la soledad, la crueldad de la humillación y la carestía, pero también la humanidad y la ternura de vecinos, familiares y amigos que hacen de muro de contención en los momentos más difíciles. Gracias a esos contrapuntos, la película propone una denuncia esperanzada para un mundo que tiene solución desde la política social, pero también desde la imprescindible respuesta individual.