Como sucedía en la fábula del hombre que comía altramuces y se lamentaba de su suerte hasta que, al mirar atrás, vio a un menesteroso que recogía las cáscaras de los altramuces para comerlas, la pandemia ha supuesto un verdadero desastre para la economía y el bienestar de muchos trabajadores, pero ha habido unos –mayormente unas– que la han pasado algo peor que el resto. Son las trabajadoras del hogar, que suponen en España el 3,25% de la fuerza laboral
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