Alcanzar las costas de Europa puede ser, para los refugiados de guerra, una cuestión de “selección natural”: en no pocos casos llegan los más fuertes o los que pueden pagar mayores sumas, mientras que por el camino, o bajo las olas del Mediterráneo, quedan los débiles, los más pobres, los más enfermos, los niños como Aylán… Por eso, el movimiento laical católico Comunidad de Sant’Egidio, junto con la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia y la Mesa Valdense, ha suscrito
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