EE.UU. exhibe a día de hoy cifras económicas saludables, como un índice de paro del 4%, lo que ha llevado a algunas empresas a ofrecer incluso pagar las matrículas universitarias de quienes acepten trabajar en ellas. Se necesita mano de obra, y justo ahora, muchos hombres que llegaban puntuales a fichar cada mañana están en casa, tirados en el sofá, con un bote de analgésicos en una mano y pocas ganas de dar palo al agua. (1)
Los investigadores Sergio Pinto y Carol Graham, de la Universidad de Maryland, han analizado este fenómeno de los “brazos cruzados” en un ...
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