Sorgo rojo

AUTOR

TÍTULO ORIGINALHong Gaoliang

GÉNERO

Muchnik. Barcelona (1992). 502 págs. 3.000 ptas.

Hace cinco años la película china Sorgo rojo sorprendió al público europeo por su peculiar ritmo narrativo y por su retrato de una cultura tradicional desconocida, a menudo exportada al cine o la literatura con vulgares tópicos. Aparece ahora, en traducción del inglés, el sorprendente libro que inspiró la película, escrito por Mo Yan, uno de los más firmes autores de la actual literatura china.

Con Sorgo rojo, Mo Yan busca la evocación literaria de los tiempos pasados de su pueblo natal, en los que vivir del sorgo era todo. En esta intención de recuperar lo que se está perdiendo insiste el autor en varios momentos del libro: «Rodeado por el progreso, me invade un sentimiento incómodo de regresión de la especie (…), a veces me asalta la idea inoportuna de que existe un nexo entre la decadencia de la humanidad y el aumento de la prosperidad».

«Regresé a Gaomi Noreste con la intención de buscar material para una crónica familiar, centrándome en la famosa batalla sobre el río Negro», en la que participaron directamente su abuelo y su padre. La narración de estos sangrientos enfrentamientos entre chinos y japoneses en 1939 da pie para la recreación de la historia del municipio de Gaomi Noreste, «el paraíso de la pena y el regocijo». En Gaomi encuentra el autor su perdido pasado, las raíces de su familia; a la vez, Gaomi es también el recuerdo de la tragedia y de la muerte.

El peso de la historia cae sobre el abuelo, el Comandante Yu Zhan’ao, un personaje que ya forma parte de la leyenda china: porteador de palanquines, asesino, jornalero en una destilería, bandolero y ahora comandante y héroe de una anárquica guerrilla que lucha contra los japoneses. Junto con Yu Zhan’ao, la abuela es el contrapunto ideal. Las descripciones de las vidas de estos dos personajes son lo más auténtico de todo el libro. Hay escenas geniales, a pesar de su dureza. El autor no retrocede ante la violencia, como haría quizá un autor occidental: al contrario, en esos instantes el estilo se remansa y se hace más moroso y puntillista.

La mezcla de lirismo y tragedia, dolor y piedad, ternura y violencia, acentúa los originales rasgos estilísticos, a los que se añade la habilidad del autor para transmitir sensaciones y sugerencias con los símbolos de la naturaleza.

Llama la atención la precisión semántica, a veces con tintes tremendistas, en la descripción de determinadas escenas. Pero, a continuación, sin apenas transición, el estilo se suaviza y se torna poético. Y tanto los tonos patéticos o crueles como la fuerza dramática de los acontecimientos épicos narrados, convierten a Sorgo rojo en una novela dura, a ratos difícil, exageradamente realista, pero muy atractiva.

Adolfo Torrecilla

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.