La autora de este libro nació en París en 1910. Más tarde, su familia se trasladó a Fiac, región en la que tuvieron varias sombrererías de cierto renombre. Hija de padre judío y de madre católica, Odette militó en el Partido Comunista francés y trabajó para la Resistencia durante la ocupación nazi. El 20 de abril de 1944, fue detenida por la Gestapo, y deportada a Auschwitz-Birkenau, después de haber sido interrogada y torturada. Sus padres y su hermano pequeño murieron allí, tras ser denunciados por un francés anónimo. En aquella ocasión, ella se salvó gracias al párroco de su pueblo. Odette fue liberada por los rusos en 1945 y repatriada a Francia, donde trabajó en diversas asociaciones de deportados. Fue una notable pintora. Falleció en 1991.
En 1948, publicó este libro, que se traduce ahora al castellano. Se trata de las notas que escribió al regresar de Auschwitz, porque, como dice en la introducción, “a la larga, los recuerdos se deforman, se edulcoran o se dramatizan, y se alejan siempre de la verdad”. Se trata de capítulos muy breves, en los que con pinceladas precisas narra lo que vivió: las atrocidades de los nazis y de los que trabajaban a su servicio en el Lager, las traiciones y bajezas de los propios detenidos; pero también comportamientos heroicos, que muestran la capacidad para amar, para consolar y para mantener la dignidad aún en las peores situaciones. Varios capítulos son breves retratos de las amigas que perdió en Birkenau.
La prosa es clara, objetiva, sin efectismos. Se nota que Elina es una persona culta y de enorme sensibilidad, porque no le faltan recursos de notable belleza y expresividad, para transmitir su terrible experiencia de modo convincente. Se incluyen algunos dibujos muy sencillos de la propia autora, que añaden veracidad a lo que se describe. En el Postfacio, Sylvie Jedynak aporta alguna información sobre Odette Elina y sobre el libro.
