Sugerencias de literatura infantil y juvenil (Navidad 2009)

Como todos los años, ofrecemos una selección de libros que pueden dar ideas acerca de los libros que pueden leer niños y jóvenes en estas fechas.

 


ÁLBUMES ILUSTRADOS PARA PEQUEÑOS

Marjane Satrapi. Los monstruos tienen miedo de la luna (Les monstres n’aiment pas la lune, 2001). Barcelona: Norma, 2009. 30 págs. Traducción de Manu Vidal. ISBN: 978-84-9847-848-8.

La protagonista, María, tiene miedo de tres monstruos aterradores pero, como se da cuenta de que tienen miedo de la luna, la corta del cielo con una tijera, la mete en su habitación, y así los vence. Pero al no haber luna se crea el caos y el rey de los gatos decide darle otra solución a María para sus miedos.

Ilustraciones planas y coloristas. Las figuras están dibujadas con contornos gruesos y son simpáticas. Las secuencias de imágenes están bien. El argumento no es original pero en cualquier caso es un buen álbum sobre miedos infantiles a la oscuridad y, si se quiere, una justificación para tener un gato en casa.

Cho Mi-ae. El pequeño inventor (Jogeuman Balmyeongga, 1939 el texto, 2004 las ilustraciones). Texto de Hyun Duk. Barcelona: Océano Travesía, 2009. 26 págs. Col. Los álbumes. Traducción de Agatha Yoo. ISBN13: 978-84-494-2076-4.

Un chico llamado Noma disfruta construyendo un tren a base de recortes de cartón. Pide consejo a su madre cuando no sabe algo y, las veces que ella no tiene respuesta, la busca en un libro. Cuando termina se siente satisfecho y el narrador nos dice que tal vez en el futuro pueda construir un tren real y recordar entonces su alegría de hoy.

Casi todas las ilustraciones, muchas tomadas desde arriba, son las que prepararía un observador fascinado al ver a un chico tan ordenadito y absorbido por el trabajo que se ha propuesto hacer. La secuencia cuenta bien el relato, y son excelentes tanto las composiciones como los dibujos en los que vemos las distintas expresiones de Noma, tan naturales, de búsqueda y concentración mientras trabaja, de tranquilidad y satisfacción al terminar. Gran álbum sobre cómo nace una vocación profesional.

Claude Boujon. Desavenencia (La brouille, 1989). Barcelona: Corimbo, 2009. 36 págs. Traducción de Rafael Ros. ISBN: 978-84-8470-326-6.

Relato sencillo sobre convivencia, de los que juegan con la oposición entre las páginas opuestas. Su argumento es como el de una fábula: el conejo marrón Bruno y el conejo gris Grimaldi viven en madrigueras cercanas y, al principio, se llevan bien; pero luego empiezan a discutir y sólo vuelven a unirse cuando los dos se ven amenazados por un lobo.

El texto podría estar más pulido y a veces no va en la página del personaje que habla, pero las ilustraciones son eficaces y cumplen su objetivo, por lo que el relato funciona bien con el lector pequeño: a partir del argumento el mensaje brota solo.

Gabi Swiatkowska. Yoon y la pulsera de jade (Yoon and the Jade Bracelet, 2008). Texto de Helen Recorvits. Barcelona: Juventud, 2009. 32 págs. Traducción de Christiane Reyes. ISBN: 978-84-261-3741-8.

Nuevo episodio colegial de la niña coreana presentada en Me llamo Yoon. Esta vez su madre le regala, el día de su cumpleaños, un cuento sobre una niña y un tigre que la engañaba, y una pulsera de jade que había sido de su abuela y de su madre, pero el deseo más fuerte de Yoon es aprender a saltar a la comba. Cuando una niña mayor le propone cambiar la pulsera por enseñarle a jugar, Yoon accede. Relato gráficamente no tan conseguido como el primero de serie pero que recoge con acierto los comportamientos de los niños y los sentimientos de la protagonista. Los lectores quedan con la satisfacción de que al fin la justicia triunfa y, tal vez, algunos se verán en la historia como en un espejo.


ÁLBUMES ILUSTRADOS PARA PRIMEROS LECTORES

Eileen Browne. La sorpresa de Nandi (Handa’s Surprise, 1994). Barcelona: Ekaré, 2009. 28 págs. Col. Ponte poronte. Traducción de María Cecilia Silva-Díaz. ISBN: 978-84-936843-7-2.

Una niña, Nandi, prepara una cesta con siete ricas frutas para llevar a su amiga Tindi; la coloca sobre su cabeza y, en el camino desde su poblado al de Tindi, va pensando qué fruta le gustará más.

Relato simpático y contado con ilustraciones llenas de colorido. El argumento engancha porque va adelantando al lector una información que no tiene la protagonista, y de los que tienen un final amable que sorprende por igual a los dos. La lectura se hace fácil porque la estructura es tan sencilla como un paseo en el que ocurren cosas, porque las ilustraciones están bien ordenadas y muestran con claridad lo que no se narra con palabras, y porque se da en las guardas la información de los nombres de las frutas y de los animales que aparecen en la historia.

Roger Bradfield.

  • El palo de hockey volador (The Flying Hockey Stick, 1966; renovado en 1995). Madrid: Encuentro, 2008. 53 págs. Col. Encuentro infantil. Traducción de Manuel Oriol. ISBN: 978-84-7490-934-0.
  • Pastel de crema de pepinillos (Pickle Chiffon Pie, 1966; renovado en 1995). Madrid: Encuentro, 2008. 58 págs. Col. Encuentro infantil. Traducción de Manuel Oriol. ISBN: 978-84-7490-935-7.

En el primer álbum Bernabé desea, por encima de todas las cosas, fabricar un aparato con el que poder volar y, después de muchos intentos infructuosos, consigue su objetivo usando un palo de jockey, el paraguas de su madre, un ventilador y un cable alargador. En el segundo, un rey quiere que su hija se decida entre sus tres pretendientes, y para eso les pone a prueba: el príncipe Gallardo, el príncipe Erudito y el príncipe Bernardo han de internarse en el espeso bosque durante tres días y el que traiga el regalo mejor se casará con la princesa.

Relatos divertidos tanto en sus argumentos como en sus ilustraciones compuestas a base de dibujos acuarelados. El autor consigue personajes expresivos, multiplica los detalles humorísticos y, si es el caso, como en una escena de Pastel de crema de pepinillos, hace guiños a conocidas obras de arte. El palo de hockey volador dará ideas a cualquier aficionado al bricolage y a los inventos caseros ya desde las guardas: el protagonista no deja de emplear uno sólo de los objetos que uno puede (o podía) encontrar en su casa.

Arnold Lobel. El cerdito (Small Pig, 1969). Sevilla: Kalandraka, 2009. 72 págs. Traducción de Xosé M. González Barreiro. ISBN: 978-84-96388-93-2.

Un cerdito vive feliz en la granja y, sobre todo, disfruta en su pocilga. Cuando la esposa del granjero decide limpiar toda la granja, y como quiere mucho al cerdito eso incluye suprimir su pocilga, el cerdito se enfada y se marcha. En su búsqueda de un buen lodazal donde retozar a gusto, pasa por una charca que ya tiene sus ocupantes, un almacén de chatarra en el que no hay un buen lodazal, y la ciudad donde sí encuentra uno que al final no es lo que parece.

Magnífica y divertida historia ilustrada que podríamos llamar “realista”, pues hombres y animales se comportan como lo que son, y cuya ironía se dirige contra los hombres que se comportan tontamente, como ningún animal lo haría.


ÁLBUMES ILUSTRADOS PARA NIÑOS Y JÓVENES

Uri Shulevitz. Cómo aprendí geografía (How I Learned Geography, 2008). Madrid: SM, 2008. 32 págs. Traducción de Teresa Tellechea. ISBN: 978-84-675-2870-1.

Relato basado en los recuerdos de la infancia del autor: sus padres huyeron con él poco antes de que comenzara la segunda Guerra Mundial y vivieron unos años en el actual Kazajkstán, en una pobre habitación que compartían con otras personas. Cuando un día su padre volvió a casa con un enorme mapa en vez de comida, él y su madre se quejaron con amargura, pero más tarde el mapa se convirtió en un enorme acicate para su imaginación.

Álbum que, dentro de la tendencia de no pocos ilustradores actuales a convertir sus vidas en historias autobiográficas, tiene una clara orientación hacia el lector niño. Las ilustraciones dicen más de lo que a primera vista se ve y están bien secuenciadas. Si para el niño protagonista el mapa fue como una forma de viajar a otros mundos, y eso se revela en que los marcos de algunas ilustraciones desaparecen, para el niño lector el álbum puede ser también como una llave que le abra puertas a mundos desconocidos. Al final hay una explicación del autor sobre lo que se cuenta en el álbum.

David Wiesner. Flotante (Flotsam, 2006). México: Oceano travesía, 2007. 40 págs. ISBN: 978-970-777-360-8.

Un chico, que se dedica a observar animales en la playa, es golpeado por una ola que deja una vieja cámara de fotos en la arena. El chico revela el carrete y ve fotos increíbles del fondo del mar y otras que, supuestamente, son de quienes han tenido antes la cámara, y que observadas con microscopio revelan más detalles asombrosos. Decide hacerse una foto más de la serie y devolver la cámara al mar.

Álbum sin palabras. El autor no le preocupa tanto la consistencia de su argumento, como atrapar el interés de su lector y crear un mundo propio de fantasía donde todo puede suceder e introducir al lector en su interior, por medio de su ingenio y por la calidad de las ilustraciones, con multitud de detalles para fijarse.

Emilie Vast. Korokoro (2007). Granada: Barbara Fiore, 2009. 24 págs. ISBN: 978-84-936778-3-1.

Korokoro (rodar, en japonés) es un libro desplegable que cuenta, sin palabras, una historia que parece simple: un erizo rueda de izquierda a derecha, cruzándose con otros animales y con distintas plantas, y en sus púas van enganchándose hojas y frutos. El inesperado final hace que la historia no sea tan sencilla como parecía.

El interés del álbum como tal está, sobre todo, en su condición de objeto artístico elegantemente diseñado, compuesto y editado. Pero, así como hay álbumes-objeto que tienen interés por la originalidad de la idea o de su concepción, este también cuenta con un mini-argumento cuyo desenlace arranca una sonrisa de sorpresa.


NARRATIVA PARA NIÑOS

Eugene Ionesco. Cuentos 1, 2, 3, 4 (Contes 1 2 3 4, 1983, 1985, 1988). Barcelona: Combel, 2009. 112 págs. Ilustraciones de Etienne Delessert. Traducción de Jordi Martin Lloret. ISBN: 978-84-9825-500-3.

Edición conjunta de unos relatos muy especiales titulados también Cuentos para niños menores de tres años. Están inspirados en distintos momentos de la relación entre el autor y su hija: cuentos imaginativos que le narra o juegos de palabras que le propone, las interrupciones de la chica, las opiniones de la empleada que piensa que volverá loca a la niña, etc. No son para entregar a cualquier niño sin más sino, más bien, para conocer y compartir. La edición cuenta con unas ilustraciones especiales cuya gestación e historia cuenta el propio ilustrador en un apéndice final.

Henning Mankell. El gato al que le gustaba la lluvia (Katten som älskade regn, 1992). Madrid: Siruela, 2008. 136 págs. Col. Las tres edades. Ilustraciones de Frantisek Simak. Traducción de Mayte Giménez y Pontus Sánchez. ISBN: 978-84-9841-232-1.

Lukas, de seis años, recibe como regalo de Navidad un gato, al que le pone Noche. Su entusiasma con él es enorme por lo que también lo es la decepción cuando un día de lluvia desaparece. Lukas se obsesiona con recuperar al gato y, con ese fin, ensaya distintas cosas e incluso huye de casa.

Narración calmosa, en tercera persona pero desde dentro del protagonista. Tiene buen humor de fondo pero también transmite al lector el sufrimiento de Lukas. Se reflejan bien los comportamientos de los padres, muy amable siempre, y del hermano mayor, que por momentos se harta del pequeño. Algunos momentos descriptivos del mundo interior del protagonista son excelentes.

Roberto Piumini. Mil caballos (Mille cavalli, 2005). Madrid: Siruela, 2009. 144 págs. Col. Las tres edades. Ilustraciones de Michel Fuzellier. Traducciones de Helena Lozano Miralles. ISBN: 978-84-9841-304-5.

Treinta relatos cortos. Unos tratan sobre caballos famosos, como Pegaso; el primer unicornio; el caballo de Troya; Bucéfalo, el caballo de Alejandro Magno; Rocinante, el caballo de don Quijote… Otros hablan de caballos de distintos lugares: los caballos andaluces, los mustangs norteamericanos, los brumby australianos… Pero también hay historias sobre los caballitos de mar, unos caballitos de tiovivo, o los caballos que fueron en el arca de Noé… El autor usa distintos registros: humorístico, realista, fantástico.

Pablo Albo. Marabajo (2009). Madrid: Anaya, 2009. 81 págs. Col. El duende verde. Ilustraciones de Jesús Aguado. ISBN: 978-84-667-8435-1.

Relato sobre un calamar y unos cangrejos que, para devolver a su dueño una bota que han encontrado, emprenden una expedición a la que se les van uniendo gambas, mejillones, erizos, etc.

Al autor no le importa que su narración sea un tanto caótica, pues incluso lo anuncia desde el principio, pero sí le importa ir uniendo una cosa con otra y divertir al lector. Con quien esté bien predispuesto a dejarse llevar por el humor disparatado lo consigue muchas veces, a veces con sus descripciones de los personajes y, sobre todo, (al menos a mí) con graciosas acotaciones al paso, propias de la narración oral.

Kęstutis Kasparavičius. Cosas que a veces pasan (Trumpos istorijos). Barcelona: Thule, 2009. 80 págs. Col. Trampantojo. Traducción de Alvar Zaid. ISBN 13: 978-84-92595-40-2.

Igual que un libro previo titulado Cosas que pasan cada día, Cosas que a veces pasan, del ilustrador lituano Kęstutis Kasparavičius, contiene treinta y siete relatos de una sola página, con el nombre del o de la protagonista en el título, cada uno con una ilustración que ocupa la página opuesta y con otra ilustración pequeña en la página del texto. Todos ellos hablan, humorísticamente y a veces con una ironía suave y certera, de animales y objetos que tienen una vida secreta que los humanos desconocemos y las ilustraciones añaden perspectiva y detalles.

James Vance Marshall. Relatos del Billabong (Stories from the Billabong, 2008). Barcelona: Thule, 2009. 61 págs. Ilustraciones de Francis Firebrace. Traducción de Alvar Zaid. ISBN: 978-84-92595-23-5.

Diez cuentos y mitos de los aborígenes australianos. Por ejemplo, «De cómo el canguro consiguió su marsupio» o «De cómo consiguió el cocodrilo sus escamas» entre los primeros; y «La serpiente arco iris y el relato de la Creación» o «Las mariposas y el misterio de la muerte» entre los segundos. Van acompañados de ilustraciones apoyadas en los símbolos y colores propios de los aborígenes, de información acerca de cada cuestión y, además, al final del libro, de más explicaciones y de un glosario.

Jeanne Birdsall. En casa de las Penderwick (The Penderwicks on Gardam Street, 2008). Barcelona: Salamandra, 2009. 248 págs. Traducción de Máximo González Lavarello. ISBN: 978-84-9838-246-4.

Las hermanas Penderwick, en su casa después de las vacaciones, ponen en marcha un plan para Salvar a Papá: intentan que salga con mujeres horribles para que no se le ocurra volver a casarse. Sin embargo, la nueva vecina, una discreta y amable astrofísica rusa, va ganándose a toda la familia. En medio, incidentes escolares.

Segunda novela de la serie con las mismas cualidades de la primera: está bien narrada, con simpatía y buen humor, a veces las protagonistas tienen reacciones y réplicas por encima de su edad, y todo está un tanto endulzado pero nada chirría. Si la primera era del tipo «aventuras en vacaciones» esta es más como una comedia de sucesivos enredos, menos episódica y con un hilo más claro. En ella juega un indirecto pero importante papel la novela Sentido y sensibilidad y, además, cualquier seguidor de Jane Austen reconocerá enseguida de donde vienen los arrepentimientos de las Penderwick.


NARRATIVA JUVENIL

Siobhan Dowd. El misterio de la noria de Londres (The London Eye Mystery, 2007). Madrid: Editex, 2009. 255 págs. Col. Libros de mochila. Ilustraciones de Jorge Pérez Miceli. Traducción de Miguel Marqués Muñoz. ISBN: 978-84-9771-247-7.

Ted y su hermana mayor Kat ven subir a su primo a la noria de Londres pero, cuando lo esperan a la salida, no sale y nadie sabe nada. Durante unos días, paralelamente a la investigación de la policía, Ted y Kat intentan resolver el caso por su cuenta.

Misterio policiaco con un narrador excepcional: Ted, un chico que tiene una enfermedad semejante a la del protagonista de El curioso incidente del perro a medianoche. Sus peculiaridades son que tiene dificultades para captar el lenguaje corporal; que comprende literalmente todas las metáforas e intenta desentrañar su significado; y, sobre todo, que tiene unos conocimientos extraordinarios y una continua obsesión por la meteorología. Lo anterior hace que la historia, en sí misma tensa, sea muy divertida pues, en palabras de Ted, «un meteorólogo es como un detective del tiempo atmosférico» y «descubrir que había ocurrido con Salim y dónde podría estar es exactamente lo mismo». En el hecho de que las teorías de Ted sean al principio menospreciadas y acaben siendo correctas, y finalmente salga vencedor sobre los adultos, está una parte del atractivo de la historia.

Neil Gaiman. El libro del Cementerio (The Graveyard Book, 2008). Barcelona: Roca Editorial, 2009. 304 págs. Col. Rocajunior. Ilustraciones de Chris Riddell. Traducción de Mónica Faerna. ISBN: 978-84-9918-030-4.

Un pequeño bebé de dieciocho meses que huye de un tipo que asesina a su familia, se oculta en un viejo cementerio cercano. Allí los muertos le acogen, lo llaman Nadie, lo encomiendan a la protección de la familia Owens, y le conceden la ciudadanía honorífica del cementerio. En la primera parte Nad crece, aprende historia y adquiere habilidades útiles. En la segunda, empieza a ir al colegio y termina enfrentándose con el asesino de sus padres.

Neil Gaiman se mueve con una naturalidad asombrosa dentro de los mundos de fantasía y se dirige principalmente a quienes están ya familiarizados con las muchas referencias que maneja. En este caso entrega una novela posmoderna que remezcla registros y géneros y referencias, y que es brillante en el uso del lenguaje y tiene numerosos guiños humorísticos.

José Ramón Ayllón. Otoño azul (2009). Barcelona: Bambú, 2009. 160 págs. Col. Grandes lectores. ISBN 13: 978-84-8343-068-2.

Relato que continúa las andanzas de la protagonista de Vigo y Vivaldi y otras novelas. Un año después, en Barcelona, vuelve a enamorarse de un chico que, a su vez, está pasando un mal momento después del reciente fallecimiento de su madre.

Libro con débil hilo argumental y las mismas cualidades que los anteriores: muy bien escrito, anécdotas escolares y familiares graciosas junto con diálogos y réplicas de película, enseñanzas escolares bien embutidas en la narración, buen humor con bromas que aparecen aquí y allá; buena descripción del nacimiento de los sentimientos amorosos.

Michelle Magorian. Sencillamente Henry (Just Henry, 2008). Barcelona: Oniro, 2009. 617 págs. Traducción de Pilar Ramírez Tello. ISBN: 978-84-9754-382-8.

1949, una ciudad inglesa del sur, poco después de la segunda Guerra Mundial. Henry, un chico de quince años cuyo padre fue un héroe de guerra, vive con su madre, su padrastro, su hermana pequeña Molly y su abuela, madre de su padre. Con ayuda de algunos adultos sabios, Henry vence sus prejuicios y averigua la historia de su familia.

Novela bien escrita, con sus muchas piezas bien engranadas, y una narración elegante en la descripción de situaciones duras. La autora domina el ambiente que retrata y usa los recursos propios de los relatos populares: carga el acento en la maldad de los malos y en la bondad de los buenos; es detallista en la descripción del mundo del cine y de la fotografía de aquél momento y también contiene referencias a libros y a libros infantiles de la época. Como los personajes resultan atractivos el lector acepta bien las situaciones improbables, máxime cuando todo es previsible y todo sale bien.

Eoin Colfer. Airman (2008). Madrid: Alfaguara, 2009. 460 págs. Traducción de Mercedes Núñez. ISBN: 978-84-204-6909-6.

Conor Broekhart nació en 1878 y desarrolló desde muy pequeño una gran afición a investigar nuevos artilugios para poder volar. Su padre, el capitán Declan Broekhart, era el hombre de confianza del rey Nicholas, de las islas Saltee, un reino independiente al lado de Irlanda, muy rico debido a sus minas de diamantes. Cuando Conor tiene catorce años, y su preparación ya es magnífica, el malvado mariscal Bonvilain urde una conspiración y hace desaparecer a Conor en las mazmorras. Allí pasará dos años maquinando cómo huir… por los aires.

En esta novela el autor cambia de registro respecto a sus obras anteriores: aquí pone sus dotes narrativas al servicio de un argumento aventurero clásico-decimonónico y contiene mucho sus impulsos hacia los comentarios y las réplicas irónico-bromistas. La primera parte de la novela presenta el escenario y la preparación del héroe, la segunda cuenta su estancia en prisión, y en la tercera se comporta ya como Airman: se fabrica un aparato para volar entre las islas con el que adquiere fama legendaria. A pesar de algunos defectos y de que a veces sobra énfasis, el autor arma un argumento con elementos conocidos y algunas dosis de originalidad, y consigue captar el interés de muchos lectores.

Lynn Cullen. Soy la hija de Rembrandt (I am the Rembrandt’s daugther, 2007). Madrid: Editex, 2008. 264 págs. Col. Libro de mochila. Ilustraciones de Mario Martín Crespo. Traducción de Miguel Marqués Muñoz. ISBN 13: 978-84-9771-388-7.

La narradora es Cornelia van Rijn, hija de Rembrandt con su doncella Hendrickje Stoffels, ya fallecida. Cuando tiene catorce años y se casa su hermano mayor Titus, hijo de Rembrandt con su esposa Saskia, también fallecida, Cornelia se queda sola con un padre áspero, gruñón, y convencido de que pinta por inspiración divina. Se enamora del alegre Carel, un chico de una familia de mercaderes, pero su padre le termina prohibiendo que lo vea; le cansa el serio Neel, el último alumno de su padre.

Novela construida con personajes reales casi todos, como se indica en los apéndices finales. Todos los elementos de la novela funcionan correctamente, los personajes están bien perfilados, las descripciones ambientales son buenas, y, sobre todo, la presentación del mundo interior de la narradora es convincente. Tal vez su final sea un tanto dulce, en el sentido de intentar reivindicar la figura humana del pintor después de todo lo dicho, pero en cualquier caso es plausible y gusta.

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