Rehenes

Funambulista.

Madrid (2012).

443 págs.

21 €.

Traducción: Cristina García Tornel.

TÍTULO ORIGINALDer Fall Glasenapp

GÉNERO

Stefan Heym (su nombre real era Helmut Flieg) es un escritor alemán, de origen judío, nacido en 1913. Estudió Filología alemana y periodismo en Berlín y muy pronto comenzó a escribir con un claro mensaje de protesta, lo que provocó que tuviera que huir de Alemania cuando sus obras comenzaron a ser criticadas y censuradas por los nazis. Emigró primero a Praga y luego a Estados Unidos; después fue combatiente en Normandía y más tarde perseguido por sus ideas socialistas en pleno macarthysmo, por lo que se exilió a la entonces República Democrática Alemana. Sin embargo, tampoco allí Stefan Heym pudo vivir en paz, pues sus críticas al totalitarismo comunista le ocasionaron no pocos problemas. Eternamente exiliado y eternamente insatisfecho, falleció en Jerusalén en 2001.

Rehenes fue publicada por primera vez en inglés en Estados Unidos en 1942. Como harían tantas otras obras después, puso de relieve lo absolutamente demencial de las ideas que movían a los nazis y el desprecio a la persona y a su libertad que practicaron en todo momento. Estamos acostumbrados a pensar que el horror lo sembraban las SS o la Gestapo, pero no, aquí Heim desvela también cómo la Wehrmacht y todos los que se aliaban con los nazis acababan compartiendo sus delirantes ideales. Puede que fuera un deseo de sobrevivir de muchos de ellos, pero era también el egoísmo y la falta de dignidad lo que llevaba a los colaboracionistas de otros países a identificarse con los invasores, sin prever que esa ruina moral se volvería contra ellos.

La novela se desarrolla en octubre de 1941, en la invadida Praga, y su inicio transcurre en el Café Mánes, junto al río Moldava, en el momento en que, junto a unos cuantos clientes distinguidos, se encuentran tres oficiales alemanes, los tenientes Marschmann y Glasenapp y el capitán Patzer. El teniente Glasenapp aparece muerto de manera aparentemente misteriosa, ya que enseguida se descubre que se ha suicidado; pero el oficial alemán encargado del caso no quiere que se deshonre a la Wehrmacht por un suicidio y, apoyado por el Protector Heydrich, aprovecha el caso para deshacerse a la vez de un personaje que no les interesa. Se declara que Glasenapp ha sido asesinado y toman como rehenes a los personajes que estaban con él en el Café.

Los rehenes son conscientes de lo que les espera y ya en la celda en la que están recluidos se desarrolla el drama de sus respectivas vidas, sus ideales y sus verdades. Toda una lección de psicología, de los miedos, los amores, los secretos de cada uno. Aunque sea un aspecto relativamente secundario, este asunto está tratado con maestría y precisión, dando una imagen de la naturaleza humana tal y como se revela en los momentos de extrema tensión.

El otro elemento clave de la novela es Reinhardt, el comisario encargado para el caso. Preocupado por su ascenso y por agradar al gran Protector, actúa con decisión y sin ningún tipo de traba moral. Sus interrogatorios y conversaciones con los rehenes son fabulosos porque son toda una gran mentira. El resto de los personajes, pocos, están todos tratados magistralmente y permiten ver la situación de la zona ocupada y la vejación de sus habitantes.

Fiel a sus ideas, el autor utiliza la novela para, veladamente, hacer una abierta crítica del capitalismo y del socialismo. El postfacio de Cristina García Tornel aclara muchas cosas sobre el autor y la importancia de esta obra.

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