“Necesitamos una nueva Edad Media”. Con estas sorprendentes palabras abre Rémi Brague este breve ensayo que, en sintonía con sus obras anteriores, ayuda a restablecer el orgullo del hombre en su condición de criatura. Es buen momento para hacerlo: por un lado, el transhumanismo pretende transformar su naturaleza; por otro, el antiespecismo lo rebaja a un estatus meramente animal. Brague tiene el don de la claridad y expone luminosamente las raíces de la modernidad y sus secuelas posmodernas. Además, no
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