Helland y Freeman son dos famosos biólogos de nivel internacional que mantienen posturas científicas opuestas acerca del origen de las aves. Anna es bióloga y en pocos días defenderá su tesina, dirigida por Helland. De repente, éste aparece muerto en su despacho y enseguida se descubre que no de modo natural. Soren se hace cargo de la investigación y comienza a buscar aliados en un ambiente, el científico, que le resulta por completo desconocido.
La escritora se demora en las vidas de todos los personajes, muy vivos y bien retratados, y quedan sobre la mesa antiguos secretos, difíciles infancias y traumáticas relaciones padre-hijo, tumultuosas relaciones amorosas y la descripción de ambientes alternativos (como el gótico). Ella misma es doctora en biología y conoce bien el entorno científico, lleno de pasión profesional y también de envidias, vanidades y rencores. La trama criminal sólo cobra fuerza en el tercio final de la novela.
La novela refleja intensamente, centrándose en Anna, personaje de fuerte carácter, las tensiones emocionales de la vida adulta: el trabajo, el amor, la amistad, las relaciones padres-hijos, el peso del pasado, la presión del futuro y la básica necesidad de los demás. La autora (Dinamarca, 1973) dosifica aceptablemente los datos del debate científico, simple marco de unos conflictos personales que cobran también más peso que la investigación criminal. Dinamarca es mostrada como una sociedad desquiciada familiarmente y permisiva en temas sexuales. Todas las alternativas son presentadas como socialmente admisibles, incluso algunas subculturas marginales y algo subversivas. Todo está bien mientras sea voluntario.
Novela lenta y detallista, intensa y con buenos personajes, que toma elementos de la novela de campus y de la novela criminal, al servicio de la narración psicológica y realista de fuertes conflictos personales. Sin renunciar al entretenimiento, indaga en el fondo de múltiples personajes que sólo buscan, como todos, por distintos caminos, la felicidad.
