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Humano, más humano

Humano, más humano

EDITORIAL

CIUDAD Y AÑO DE EDICIÓNBarcelona (2021)

Nº PÁGINAS176 págs.

PRECIO PAPEL14 €

GÉNERO

La tesis de que la ciencia es capaz de superar la limitación humana es la madre de todas las ideologías modernas. Frente a corrientes como el transhumanismo, que proponen deshumanizar al hombre, Josep María Esquirol mira su naturaleza para reconocer que lo propiamente humano es la debilidad.

En La resistencia íntima, un ensayo aclamado por la crítica y el público, el autor presentaba su filosofía de la proximidad: una propuesta a favor del cuidado y la cercanía, del hogar, de la familia y los amigos, como alternativa a la excesiva tecnificación de las relaciones humanas. Ahora ahonda más sobre el ser humano y descubre formas para superar la intemperie en la que vive, dialogando para ello con las obras de Hume, Nietzsche, Arendt, Adorno o Agamben.

Como coordenadas de la existencia, descubre la herida, la gravedad y la curvatura poiética. El hombre es una criatura abierta y definitivamente alcanzada por una herida, que le acontece y le constituye, manifestándose en fenómenos como la vida, la muerte, el tú y el mundo. En relación con su herida, cada persona experimenta el contraste entre lo más bajo y lo más alto de la existencia: la tierra y el cielo, lo que en estas páginas se denomina la “gravedad”.

La herida es infinita y, por tanto, incurable, pero los hombres pueden acompañarse. Ayudarse o abrazarse, así como la delicadeza, son maneras de amparar la debilidad del otro y la nuestra. Este afecto es la “curvatura”, que califica depoiética” en tanto que se orienta al buen hacer y al hacer el bien.

Una de las cualidades más sobresalientes de este ensayo es que se distancia del individualismo de nuestro tiempo. Para Esquirol, cada uno es capaz de enriquecer su vida si sale al encuentro del otro y abraza su debilidad. Recuperando el pensamiento de San Francisco de Asís, explica la importancia de una red de relaciones más fuerte que la solidaridad, que nazca de la humildad y ofrezca verdadero cobijo. Aboga, pues, por la horizontalidad, animando al encuentro entre personas de diferentes convicciones.

Por otro lado, aunque Humano, más humano rezuma espiritualidad, Esquirol cree que el hombre debe rescatarse a sí mismo y depende de sus propias fuerzas. El planteamiento resulta, por ello, excesivamente inmanente. De hecho, a veces Esquirol quiebra la lógica del abrazo y la herida que rige el libro y no se atreve, por ejemplo, a rechazar la eutanasia, que, en cualquier caso, considera una decisión desesperada. Con todo, su filosofía da pistas sobre la antropología de la vida cotidiana y propone confluencias que faltan en pleno siglo XXI.

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