Turner. Madrid (2004). 644 págs. 22 €. Traducción: Floreal Mazía.
Halldor Laxness (1902-1998), que recibió el premio Nobel de Literatura en 1955, es el autor islandés más destacado del siglo XX. Aunque escribió gran parte de su obra en danés, sus fuentes y tradiciones son islandesas. «Gente independiente», una de sus novelas más importantes, es el relato de la dura existencia de Bjartur desde el momento en que acaba de dejar su trabajo de asalariado y se aventura a poner en marcha su propia granja en un pegujal inhóspito, sobre el que pesan viejas leyendas. Es decir, un lugar maldito en el que nadie ha logrado vivir en paz. Pero Bajtur, buen conocedor de las tradiciones de los Eddas y de las baladas islandesas, no cree en fantasmas sino en el individuo y en su independencia.
Bjartur es tozudo y ninguna dificultad lo retrae en su obsesión por mejorar su rebaño de ovejas. Pierde a su primera esposa y años más tarde a la segunda. Un hijo desaparece, otro se va a América; su hija huye La Gran Guerra supone unos años de prosperidad para Islandia, pero después vuelve la depresión económica y llegan ecos de la revolución bolchevique. Bjartur intenta resistir hasta el final. El contraste entre los nuevos tiempos y los intentos de modernización y las tradiciones ancestrales está muy bien descrito, así como la lucha del hombre por sobrevivir en unas circunstancias muy desfavorables. Bjartur es un tipo más bien primario, sus principios son inquebrantables, lo que le convierte en un solitario poco sociable, incluso para su familia. Su visión de la vida es materialista, más cercana a la rudeza primitiva que a la influencia del cristianismo. Aprecia la naturaleza y las tradiciones de su tierra, pero no comprende el sentido de la piedad ni el de la compasión.
Novela ambiciosa, en la que las descripciones realistas se alternan con sueños, leyendas, poemas y consideraciones de los protagonistas sobre lo divino y sobre lo humano. Novela que nos acerca a costumbres y ambientes lejanos, pero que muestra que los deseos, las preocupaciones y los sentimientos de los hombres son muy semejantes en todas las latitudes.
Luis Ramoneda