El viaje del elefante

Alfaguara. Madrid (2008). 280 págs. 18,50 €. Traducción: Pilar del Río.

TÍTULO ORIGINALO Viagem do Elefante

GÉNERO

“Este relato -ha contado el escritor portugués José Saramago- surgió hace unos diez años, en Salzburgo. En un restaurante precisamente llamado El Elefante vi un friso con pequeñas esculturas figurando la caminata de un elefante desde Lisboa hasta Viena”. El viaje sucedió en realidad. En el siglo XVI, Juan III, rey de Portugal, regaló al archiduque Maximiliano de Austria, de paso por Valladolid, un elefante venido de la India. Orgulloso del regalo, Maximiliano lo incorporó a su comitiva de regreso a Viena, en un largo viaje por tierra y por mar.

Saramago recrea este suceso como si se tratase de un cuento largo, con una intención de entretenimiento y, a la vez, de reflexionar levemente sobre algunas cuestiones humanas tanto de aquellos años como del presente. Un actor clave, que permite a Saramago aderezar el relato con irónicas reflexiones sobre los hombres y las instituciones de aquel tiempo, es el indio Subrho, el cornaca o cuidador del elefante. Subrho es el personaje más atrayente de una novela que no da mucho de sí. El relato del viaje está bien contado, y hay pasajes simpáticos, aunque la sorpresa de ver a un elefante por las tierras de Portugal y Castilla desaparece a las pocas páginas.

El asunto no permite a Saramago desarrollar los habituales temas de su literatura, aunque sí aprovecha la más mínima oportunidad para ridiculizar a la Iglesia, como sucede en los episodios del milagro y del exorcismo. También, tibiamente, aparece su irónico pesimismo con el que retrata los vaivenes de la condición humana.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.