Jack y Joy proyectaron su vida en común durante la luna de miel. Treinta y cinco años después, asisten a la boda de la mejor amiga de su hija y comparan sus sueños primeros con la realidad. Para ellos han sido determinantes las fronteras marcadas a sus respectivas familias de sangre. La de él, un matrimonio roto de irónicos profesores universitarios, que sólo lograban ser felices los escasos días que pasaban cada año veraneando en la costa, en el Cape,
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