Ósip Mandelstam (1891-1938) es uno de los poetas rusos más importantes del siglo XX, destacado representante, junto con Anna Ajmátova, del movimiento acmeísta, en oposición al hermetismo de los simbolistas. Represaliado en la época de Stalin, falleció en un campo de tránsito cerca de Vladivostok, después de haber sido condenado a cinco años de trabajos forzados en Siberia (lo cuenta Nadiezhda, su esposa, en Contra toda esperanza). Además, es autor de algunos textos para niños y realizó una importante tarea como traductor.
Mandelstam comenzó la redacción de El ruido del tiempo en 1923 y publicó la obra dos años más tarde. Recoge catorce capítulos con sus impresiones de la infancia y la adolescencia, antes de la publicación de sus primeros poemas. Mandelstam no habla mucho de sí mismo ni de su familia; se fija, sobre todo, en lo que observa sobre la vida social, política y cultural de San Petersburgo y sus alrededores.
Los capítulos sobre la infancia (la escuela, los primeros libros, el judaísmo de su familia…) destacan por la frescura del relato y por la capacidad de captar el ambiente con todos los sentidos corporales, lo que da pie a comparaciones sorprendentes y atinadas. Después, se fija más en protagonistas variados de la vida cultural y política y da su parecer, a menudo bastante irónico, sobre ese ambiente de crisis, antesala de las revoluciones que acabaron con la época de los zares.
Las abundantes notas ayudan al lector a situarse en las circunstancias históricas de finales del siglo XIX y principios del XX en Rusia y a tener datos sobre la abultada nómina de personajes reales que se citan (escritores, políticos, artistas, intelectuales, científicos…). Edición cuidada y buen trabajo de Ernesto Hernández Busto.
