Al igual que su anterior novela publicada en España, Canciones de amor a quemarropa, El corazón de los hombres se ambienta en Wisconsin, lugar representativo de los modos de vida de la clase media norteamericana. Pero no se centra en el presente, sino en tres momentos de la vida de los personajes. Butler pretende hacer un fidedigno retrato generacional, al que añade el proceso de iniciación a la vida adulta y la formación sentimental de sus protagonistas.
La primera parte, situada en 1962, resulta la más original. Relata la estancia de Nelson Doughty, de trece años, en un campamento de boy scouts. Nelson es un chico ejemplar que cumple escrupulosamente las reglas y participa en todas las actividades. Sin embargo, su actitud engreída, no solo en el campamento sino también en su casa y con sus compañeros de escuela, provoca un rechazo generalizado. Por eso, solo tiene un intermitente amigo, Jonathan Quick, que pasa con él algunos momentos y que parece entenderle algo. Nelson es un muchacho solitario, encerrado en sí mismo, que sufre el rechazo y el acoso de los boy scouts, mostrado con algunos ejemplos de crueldad.
La segunda parte de la novela transcurre en 1996. Jonathan y Nelson continúan siendo amigos, a pesar de que sus vidas han recorrido caminos totalmente distintos. Mientras Jonathan es director de una empresa y lleva una vida cómoda y disipada, Nelson se alistó en el ejército y sufrió en Vietnam experiencias durísimas que le han dejado algunas secuelas. Vuelven a reunirse a cenar en las proximidades del campamento de scouts que ahora dirige Nelson; Jonathan acude con Deanna, su amante, y su hijo Trevor, de dieciséis años, quien acaba de estrenar novia.
Toda esta parte es muy intensa, pues Jonathan aprovecha esos momentos para sermonear a su hijo sobre el desencanto del mundo y el cinismo vital. Trevor se defiende valientemente, y con apasionada ingenuidad rebate a su padre sus egoístas planteamientos. Pero aún le espera una lección práctica de escéptica amoralidad por parte de su padre y de Nelson.

Y en 2019 se desarrolla la tercera parte, en el mismo campamento de scouts, que sigue dirigiendo un Nelson ya viejo. En esta ocasión, el joven que asiste es Thomas, hijo de Trevor y de Rachel, a quien el campamento le parece una antigualla y que preferiría estar con sus amigos o enganchado a las redes sociales.
La novela está escrita con un estilo realista, cercano, sosegado con el que Butler describe la psicología de sus personajes. Tres generaciones, tres momentos, tres protagonistas distintos, pero unos temas que se repiten: la amistad, la fidelidad, la educación, el sexo, el amor. Butler elige unos protagonistas que padecen las crisis de sus respectivas generaciones; cada uno a su manera, todos son unos fracasados existenciales en el amor, en el matrimonio, en la relación con los demás, y convierten sus negativas experiencias en desengañadas parábolas. Los boy scouts, sus valores y estilo de vida –que los padres quieren que aprendan sus hijos quizás porque ellos son ya incapaces de inculcarles nada– quedan reducidos a una ingenua ilusión de adolescentes, pues la vida adulta les obligará a convivir permanentemente con la frustración, la mentira y el desencanto.