Ediciones B. Barcelona (1999). 235 págs. 1.900 ptas
Como todas las historias sobre la Rusia de nuestro siglo, esta novela es un monumento al desencanto. Carlos es un periodista jubilado que vive en Moscú y está a punto de volver a España tras haber pasado 56 años en la tierra que acogió en 1937 al grupo de niños huidos de la guerra civil española. El protagonista va vertiendo en su diario la angustia acumulada a lo largo de toda una vida con sus cobardías y frustraciones, en un constante esperar agotador. Comparte su existencia con cinco familias más.
El retrato de todos estos personajes sirve a la autora, que ha sido corresponsal de prensa en Moscú, para mostrar, de un modo muy atento al detalle y profundamente humano, cómo es el día a día en Rusia. Las vidas de estos moscovitas encarnan contrastes de nobles rebeldías y pequeñas mezquindades, heroísmos de amistad y ensimismamientos egoístas.
El diario se alterna con pasajes del presente, lo que favorece un ritmo apropiado a la sensación que se pretende transmitir. El estilo es cuidado y pleno de adjetivos felices. La autora demuestra talento en su capacidad descriptiva y al perfilar los personajes.
Javier Cercas Rueda