El aparente enigma de que la sociedad más informada sea, al mismo tiempo, la más susceptible a la manipulación, puede resolverse con una analogía. Como ocurre con la riqueza, lo importante de la información no es la cantidad disponible, sino la posibilidad de acceder a ella. No somos una sociedad informada, sino una sociedad con una potencialidad casi infinita para informarse, y en esa diferencia ahonda la obra de los profesores Bergstrom y West. “Bullshit”, término que engloba los datos
Suscripción
Contenido Oculto
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
AccederSuscripción