Anagrama. Barcelona (2006). 373 págs. 19,50 €. Traducción: J. A. González Saínz.
La última novela de Claudio Magris (Trieste, 1939) es una narración sobre la catástrofe de las guerras del siglo XX, con sus horrores, penurias, injusticias y violencias. A través del relato paranoico de Salvatore Cippico, protagonista del monólogo dirigido hacia el médico que lo atiende en una clínica psiquiátrica, los lectores asisten al delirante viaje que, como el de los Argonautas -también geográficamente coincidente en los entornos de Trieste-, tiene el mar como referente continuo, mítico, elegíaco y entrañable.
Salvatore Cippico narra de manera fragmentaria y deslavazada los detalles de su propia vida: militante del partido comunista italiano, voluntario en la guerra civil española, prisionero después por los nazis en Dachau y por el régimen yugoslavo de Tito en el campo de rehabilitación de disidentes de Goli Otok. Pero también identifica de una manera delirante su propia vida con la de otro personaje extraño, Jorgen Jorgesen, un danés que se proclamó rey de Islandia y acabó su vida en una cárcel de Australia, donde también acudió en la última etapa de su periplo vital Cippico.
Se trata de un relato quizás demasiado ambicioso, denso, complejo, difícil de asimilar en su técnica e intenciones, con un mensaje triste y desesperanzado sobre el presente y el futuro. Sin embargo, se mantienen las constantes literarias de Magris, un escritor inconformista y profundo, que emplea la literatura para reflexionar sobre cuestiones candentes de la cultura contemporánea.
Ángel García Prieto