Un lugar muy lejano

TÍTULO ORIGINAL A Far Off Place

DIRECCIÓN

GÉNEROS

Director: Mikael Salomon. Intérpretes: Reese Witherspoon, Ethan Randall, Sarel Bok.

El cine familiar está volviendo con fuerza, sobre todo de la mano de la Walt Disney, a través de producciones con más pretensiones artísticas que sus antecesoras de los años 60 y 70. Es el caso de Un lugar muy lejano, coproducida con la Amblin Entertainment, de Spielberg.

Su guión se basa en dos libros del novelista sudafricano Laurens van der Post: A Far Off Place y A Story Like the Wind. Los villanos son esta vez traficantes de marfil de Zimbabue y Namibia. Un grupo de ellos asesinan a toda la familia de Nonnie (Reese Witherspoon), una valiente niña de 14 años, y de Harry (Ethan Randall), el típico niño urbano, que ha ido a pasar sus vacaciones a la granja de Nonnie. Ambos escapan de los traficantes en un extraordinario viaje de más de 1.600 kilómetros a través del desierto de Kalahari. Sólo contarán con la ayuda de Xhabbo (Sarel Bok), un bondadoso bosquimano, amigo de Nonnie.

Un lugar muy lejano está planteada al estilo de las clásicas películas de aventuras exóticas. En este sentido, tiene un magnífico acabado, pues cuenta con algunos de los mejores técnicos actuales. Destaca la fotografía del español Juan Ruiz Anchía, que capta la deslumbrante belleza de los paisajes africanos, y además soporta muchas veces la consistencia dramática de la película. Algo parecido cabe decir de la vibrante banda sonora de James Horner.

Se ve que el director de fotografía Mikael Salomon ha querido estar bien arropado en este su primer film como realizador. Una decisión acertada, pues las debilidades de su puesta en escena quedan así disimuladas. De todos modos, Salomon consigue un buen ritmo narrativo y resuelve unas cuantas secuencias con bastante brillantez.

También los actores se mueven a un buen nivel, aunque Ethan Randall muestra muchos menos recursos que la niña Reese Witherspoon. Precisamente la maduración de sus personajes constituye lo más acertado del guión, que intenta presentarlos al estilo de Humphrey Bogart y Katharine Hepburn en La Reina de África. Es una lástima que los guionistas no hayan asumido plenamente este paralelismo, pues se hubieran evitado algunas cursilerías y precipitaciones.

Por lo demás, el film ofrece ligeras reflexiones sobre la ecología, la amistad y la religiosidad de los bosquimanos. Este último punto incluye numerosos detalles tipo New Age, que intentan reflejar el alma de África.

Jerónimo José Martín

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.